El Papa León XIV expresó este miércoles su profunda preocupación por la crisis humanitaria en Sudán, denunciando la violencia, la hambruna y las enfermedades que azotan a la población, especialmente en la región de Darfur.
“En El Fasher, numerosos civiles están atrapados en la ciudad, víctimas de la hambruna y la violencia. En Tarsín, un devastador deslizamiento de tierra ha causado numerosas muertes, dejando tras de sí dolor y desesperación. Por si fuera poco, la propagación del cólera amenaza a cientos de miles de personas ya agotadas”, afirmó el Pontífice tras la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro.
El Papa manifestó estar “más cerca que nunca de la población sudanesa, en particular de las familias, los niños y los desplazados”.
A continuación, elevó una oración por todas las víctimas de la violencia y de los desastres naturales. Al mismo tiempo, dirigió un llamamiento urgente a los responsables del conflicto y a la comunidad internacional para que se garantice el acceso de ayuda.
“Rezo por todas las víctimas y hago un llamamiento urgente a los responsables y a la comunidad internacional para que se garanticen corredores humanitarios y se ponga en marcha una respuesta coordinada para detener esta catástrofe humanitaria. Es hora de iniciar un diálogo serio, sincero e inclusivo entre las partes para poner fin al conflicto y devolver al pueblo de Sudán la esperanza, la dignidad y la paz”, subrayó León XIV.
La dramática situación en Sudán, marcada por meses de enfrentamientos armados, desplazamientos masivos y la amenaza del cólera, ha generado múltiples advertencias de organizaciones humanitarias.