El Obispo de Paterson en New Jersey (EE.UU.), Mons. Kevin J. Sweeney, lamentó el suicidio del P. Rafael Ciro, sacerdote de origen colombiano que servía como párroco de la Iglesia de San Esteban, dijo que reza por él y pidió oraciones por él, además de confiarlo a la misericordia de Dios.
En un comunicado publicado el 29 de agosto, el prelado recordó que el sacerdote, nacido en 1979 en Colombia, fue “fiel, alegre y entregado”, desde su ordenación el 25 de mayo de 2013.
El fallecido sacerdote trabajó en la Catedral de San Juan Bautista en Paterson, Santa María en Passaic, San Nicolás en Passaic y Sagrado Corazón y Santo Rosario en Dover antes de ser nombrado párroco en San Esteban en Paterson.
En declaraciones a Univisión, María Rodríguez comentó que el P. Rafael “era un padre muy bueno. Era muy querido, tenía muchas personas que lo quieren, a pesar de que ya no está con nosotros. Lo extrañamos”.
Un sacerdote “no está exento de la enfermedad”
En su declaración, el obispo afirmó que “un sacerdote, como todo ser humano, no está exento de la enfermedad. Aunque la mayoría entendemos que una enfermedad física puede ser fatal, no siempre reconocemos que lo mismo puede ser cierto respecto a la enfermedad mental”.