Con sus brazos extendidos sobre Río de Janeiro, el Cristo Redentor es más que una atracción turística que atrae a millones de visitantes cada año: es el santuario al aire libre más grande del mundo, escenario de misas, bodas, bautizos y peregrinaciones.
Construido en 1931 con fondos de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, el monumento ha sido administrado por la Iglesia Católica desde su inauguración.
Actualmente, el Santuario del Cristo Redentor enfrenta una disputa legal con el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), administrador del Parque Nacional de Tijuca, donde se ubica el monumento.
La disputa legal
El ICMBio presentó una demanda de recuperación contra los vendedores que han ocupado espacios comerciales en las escaleras de acceso al monumento durante décadas, muchos de los cuales han firmado acuerdos con la arquidiócesis. Aunque no es parte demandada en la demanda, la arquidiócesis se opone, defendiendo sus derechos en los espacios adyacentes y apoyando a los comerciantes.
El 23 de junio de 2025, el 21º Juzgado Federal de Río de Janeiro decidió que el área donde se encuentra el Cristo Redentor pertenece a la Unión y ordenó la restitución de la posesión de los puntos comerciales circundantes a favor del ICMBio.