Con una Misa presidida por el Arzobispo de Montevideo y primado del Uruguay, Cardenal Daniel Sturla, el 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, la comunidad comenzó a celebrar los 200 años de su patrona, la Virgen de los Treinta y Tres.
Para honrar a la Virgen, la Iglesia Católica local propuso una campaña muy especial, con diversas acciones dedicadas a celebrar, agradecer la protección de María y recordar los 200 años de devoción.
Durante la Misa, celebrada en la Catedral Metropolitana de la Inmaculada Concepción y San Felipe y Santiago, el Cardenal Sturla destacó que en la fiesta de la Asunción de María refleja “la certeza en la fe” de que ella “nos abrió el mismo camino que abrió su hijo resucitado”, y que también estamos destinados a vivirlo, por misericordia de Dios.
“La Virgen es nuestra auxiliadora, y ella también llegó a nuestra tierra. Hace doscientos años que la invocamos como Virgen de los Treinta y Tres, pero trescientos años antes —es decir, hace quinientos años— cuando Juan Díaz de Solís llegó a este territorio, lo primero que pone como nombre a un cabo es Cabo de Santa María. Así que desde 1516 el nombre de María está en nuestra historia”, señaló.
Haciendo un repaso histórico, el purpurado destacó el papel de las misiones franciscanas y jesuíticas que contribuyeron a la difusión de la devoción mariana.
Luego recordó el origen y la permanencia de la devoción a la Virgen de los Treinta y Tres: “Cuando el 14 de junio de 1825, Lavalleja inaugura el gobierno provisorio de esta provincia oriental, llamada en esos momentos Cisplatina por los invasores, la tradición, que está unida también a la del 25 de agosto, es que los patriotas ponen la patria naciente bajo la protección de la Virgen y cantan a Dios la alabanza Te Deum, para dar gracias por ese territorio que se declaraba independiente”, relató.