El Papa León XIV dedicó su predicación en la Audiencia General de este miércoles sobre el perdón en medio de la traición, como una forma de amar hasta el final que “nunca es inútil” y que puede convertirse en una ocasión de salvación.
Basado en el pasaje evangélico que narra el momento en el que el Señor afronta el inicio de la traición de Judas durante la Última Cena (San Juan 13, 1-5), el Pontífice continuó las predicaciones enmarcada en el jubileo de la esperanza y dedicadas a la Pasión, tras revisar la vida pública de Jesús.
Tras dirigirse en español en su primer saludo y bendición en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa explicó que el ofrecimiento del pan que hace Cristo a Judas “es el último intento del amor por no rendirse”.
“Amar hasta el final: esta es la clave para comprender el corazón de Cristo. Un amor que no se detiene ante el rechazo, la decepción, ni siquiera la ingratitud”, señaló el Pontífice, quien detalló que “Jesús conoce la hora, pero no la sufre: la elige”, de tal modo que, a pesar de la traición, “la herida más dolorosa”, decide seguir amando “en lugar de retirarse, acusar, defenderse”.
Esta forma de amar del Señor se realiza “no porque ignore lo que está sucediendo, sino precisamente porque lo ve con claridad. Ha comprendido que la libertad del otro, incluso cuando se extravía en el mal, todavía puede alcanzarse con la luz de un gesto manso. Porque sabe que el verdadero perdón no espera el arrepentimiento, sino que se ofrece primero, como un don gratuito, incluso antes de ser acogido”.