25. El Espíritu de Dios nos hace descubrir un nuevo modo de ver y de vivir la vida. Nos abre al encuentro con nosotros mismos, más allá de las máscaras que llevamos puestas; nos conduce al encuentro con el Señor enseñándonos a experimentar su alegría (Misa Solemnidad de Pentecostés).
Cristo Eucaristía y la Iglesia
26. Toda la fecundidad de la Iglesia y de la Santa Sede depende de la cruz de Cristo. De lo contrario, es apariencia, si no es que algo peor. ( Homilía en el Jubileo de la Santa Sede).
27. Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna: ¡tomen y coman todos de él! (Homilía Solemnidad Corpus Christi).
28. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios. (Homilía Solemnidad Corpus Christi).
29. La vida de la Iglesia y del mundo, en efecto, sólo se comprende en la sucesión de las generaciones, y abrazar a un anciano nos ayuda a comprender que la historia no se agota en el presente, ni se consuma entre encuentros fugaces y relaciones fragmentarias, sino que se abre paso hacia el futuro. (Mensaje Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos).
30. La unidad en la Iglesia Católica se nutre de perdón y de confianza recíproca. (Solemnidad de los santos Pedro y Pablo).
El sacerdocio
31. El ministerio sacerdotal es un ministerio de santificación y reconciliación para la unidad del Cuerpo de Cristo. (Jubileo de los sacerdotes).
32. Nuestro mundo propone muchas veces modelos de éxito y prestigio discutibles e inconsistentes. No se dejen embaucar por ellos. Miren más bien el sólido ejemplo y los frutos del apostolado, muchas veces escondido y humilde, de quien en la vida ha servido al Señor y a los hermanos con fe y dedicación, y mantengan su memoria con su fidelidad. (Jubileo de los sacerdotes).
33. Comprometámonos a hacer de nuestras diversidades un taller de unidad y comunión, de fraternidad y reconciliación para que cada uno en la Iglesia, con la propia historia personal, aprenda a caminar junto con los demás. (Misa y la bendición de los palios de los nuevos arzobispos).
34. Tenemos que pedir por la conversión de muchas personas, tanto dentro como fuera de la Iglesia, que aún no reconocen la urgencia de cuidar nuestra casa común. (Misa por la custodia de la reación).
35. Si bien es importante que vivamos nuestra fe en las acciones concretas y en la fidelidad a nuestros deberes, según el estado y la vocación de cada uno, también es fundamental que lo hagamos partiendo de la meditación de la Palabra de Dios y de la atención a lo que el Espíritu sugiere a nuestro corazón, reservando, para tal fin, momentos de silencio, momentos de oración, tiempos en los que, acallando ruidos y distracciones, nos pongamos ante Él y logremos unidad en nuestro interior. (Misa en Albano).
Los jóvenes
36. Muy queridos jóvenes, nuestra esperanza es Jesús (...) Aspiren a cosas grandes, a la santidad, allí donde estén. No se conformen con menos. Entonces verán crecer cada día la luz del Evangelio, en ustedes mismos y a su alrededor. (Misa Jubileo de los jóvenes).
37. A los jóvenes les digo: “¡No tengan miedo! ¡Acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo Señor!”. (Su primer Regina Caeli).
38. Ustedes son la sal de la tierra […] la luz del mundo. Y hoy sus voces, su entusiasmo, sus gritos —que son todos por Jesucristo— los van a escuchar hasta el fin del mundo. (Palabras del Papa en la Misa de inauguración del Jubileo de los Jóvenes).
La esperanza
39. En medio de las pruebas de la vida, la esperanza se anima con la certeza firme y alentadora del amor de Dios, derramado en los corazones por el Espíritu Santo. (Mensaje jornada mundial de los pobres).
40. Reconociendo que Dios es nuestra primera y única esperanza, nosotros también realizamos el paso de las esperanzas efímeras a la esperanza duradera. Frente al deseo de tener a Dios como compañero de camino, las riquezas se relativizan, porque se descubre el verdadero tesoro del que realmente tenemos necesidad. (Mensaje jornada mundial de los pobres).
41. En un mundo oscurecido por guerras e injusticias, incluso allí donde todo parece perdido, los migrantes y refugiados se erigen como mensajeros de esperanza. Su valentía y tenacidad son un testimonio heroico de una fe que ve más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y que les da la fuerza para desafiar la muerte en las diferentes rutas migratorias contemporáneas. (Mensaje jornada mundial del migrante).
La entrega a los demás y amor al prójimo
42. La práctica del culto no lleva automáticamente a ser compasivos. (Catequesis en la Audiencia General).
43. Pidamos al Señor el don de entender dónde se ha bloqueado nuestra vida. Intentemos dar voz a nuestro deseo de sanar. (Catequesis sobre la curación al paralítico).
44. Cada gesto de disponibilidad, cada acto gratuito, cada perdón ofrecido por adelantado, cada esfuerzo aceptado con paciencia es una forma de preparar un lugar donde Dios puede habitar. (Catequesis sobre la preparación de la cena de Pascua).
45. Sean ustedes agentes de comunión, capaces de romper la lógica de la división y de la polarización; del individualismo y del egocentrismo. Céntrense en Cristo, para vencer la lógica del mundo, de las fake news y de la frivolidad, con la belleza y la luz de la verdad. (Jubileo de los influencers y misioneros digitales).
El sentido de la vida
46. Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir: la realidad nos parece demasiado compleja, pesada, difícil de afrontar. Y entonces nos apagamos, nos adormecemos, con la ilusión que al despertarnos las cosas serán diferentes. Pero la realidad va afrontada, y junto con Jesús podemos hacerlo bien. (Catequesis sobre la mujer hemorroísa y la hija de Jairo).
47. Es muy importante escuchar la voz del Señor, escucharnos a nosotros mismos, en este diálogo, y ver hacia dónde nos llama el Señor. (Homilía en la cripta de la basílica de San Pedro).
48. En la raíz de toda vocación está Dios, su misericordia, su bondad, generosa como la de una madre. (Homilía en la basílica de San Pablo de Extramuros).
49. La plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulamos ni de lo que poseemos; más bien, está unida a aquello que sabemos acoger y compartir con alegría. (Misa Jubileo de los jóvenes).
50. Soy agustino, un hijo de san Agustín, que ha dicho: ‘Con ustedes soy cristiano y para ustedes, obispo’. En este sentido podemos caminar todos juntos hacia esa patria que Dios nos ha preparado”. (Primer saludo tras ser elegido).
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