Un alcalde de Massachusetts (Estados Unidos) ha defendido la inclusión de estatuas de dos santos católicos en el nuevo edificio de seguridad pública de la ciudad, diciendo que los eligió por su importancia para la policía y los bomberos, y acusó a los opositores de albergar “actitudes negativas” hacia el catolicismo.
Pero los abogados de los residentes locales que se oponen a las planeadas estatuas de bronce de 3 metros de altura de San Miguel y San Florián dicen que el alcalde está haciendo que los no católicos “se sientan como ciudadanos de segunda clase” debido a las estatuas, lo que, según ellos, viola la Constitución de Massachusetts al favorecer una religión sobre otra.
Ambas partes intercambiaron argumentos fuertes en documentos judiciales presentados recientemente en una demanda estatal presentada a principios de este año por la American Civil Liberties Union of Massachusetts y Americans United for the Separation of Church and State.
Thomas Koch, católico practicante y alcalde de Quincy, una ciudad de unos 100.000 habitantes al sur de Boston, quiere instalar en la fachada de un próximo edificio de seguridad pública de 175 millones de dólares y 11.000 metros cuadrados estatuas de San Miguel Arcángel (patrón de los policías) y San Florián (patrón de los bomberos). Se espera que las estatuas cuesten alrededor de 850.000 dólares.
“Seleccioné las estatuas de Miguel y Florián para su instalación en el Edificio de Seguridad Pública debido a su estatus como símbolos en las comunidades policiales y de bomberos en todo el mundo. La selección no tuvo nada que ver con la santidad católica, sino más bien con un esfuerzo por elevar la moral y simbolizar los valores de la verdad, la justicia y la prevalencia del bien sobre el mal”, dijo Koch en una declaración jurada presentada el mes pasado.
“Si Miguel y Florián no tuvieran importancia en los servicios policiales y de bomberos, respectivamente, no los habría seleccionado para la instalación”, añadió el alcalde.