Pocos artefactos religiosos han sido estudiados y debatidos tan extensamente como la Sábana Santa de Turín.
Incontables católicos y otros cristianos en todo el mundo creen que es el auténtico sudario de Jesucristo, que envolvió su cuerpo tras la crucifixión y quedó marcado por su inconfundible rostro y figura.
Los críticos, por su parte, han alegado durante años que no es más que una falsificación: una ingeniosa obra de arte religioso y una hazaña técnica impresionante que no tiene más ni menos significado religioso que una pintura o una estatua.
Estas afirmaciones fueron hechas recientemente por Cicero Moraes, un artista brasileño de modelado 3D, quien el mes pasado afirmó en la revista académica Archaeometry que la representación del cuerpo de Cristo en la sábana probablemente fue realizada mediante un “modelo de bajo relieve”, como una estatua, en lugar de un cuerpo humano.
Las imágenes en la sábana son “más consistentes con una representación artística en bajo relieve que con la impresión directa de un cuerpo humano real, apoyando las hipótesis de su origen como una obra de arte medieval”, sostiene el estudio.
El estudio brasileño ha generado una amplia cobertura en los medios, con publicaciones como el New York Post y el New York Sun informando sobre los hallazgos. Medios digitales como Gizmodo y Live Science también destacaron las conclusiones de la investigación.