La “generación Francisco” de argentinos llega a Roma para vivir el Jubileo de los Jóvenes

El P. Leonardo Della Picca, que acompaña al grupo, explica que las diócesis de San Martín en Argentina, y de Udine, en Italia, se encuentran hermanadas desde hace más de 60 años. 

“En el 2019 se hizo un intercambio de jóvenes que vinieron a nuestras parroquias y ahora venimos con 25 jóvenes. Acá nos recibieron en la parroquia, y es ver un poquito cómo se vive la fe en una parroquia en el norte de Italia, compartir experiencias de vida como Iglesia”, detalla.

En el grupo se encuentra Irina, de 26 años, quien pertenece a la Acción Católica de la Diócesis de San Martín, y busca que este viaje sea un recordatorio de “lo universal de nuestra Iglesia Católica” para “contagiarme y encontrarme esas cosas que compartimos con personas con las que no nos entendemos en idioma, que tenemos otra cultura, pero que hay algo mucho más grande que nos reúne, nos convoca y nos llama”.

Francisco, el Papa que “empujó para mi lado”

Al recordar la figura del pontífice argentino, Irina admite que cualquier cosa que diga “va a quedar corta”, porque fue “la cara más linda que pudimos tener como argentinos, que nos habló a todos desde su argentinidad”. 

“Fue sentir que había un Papa que siempre estaba empujando para mi lado, para lo que yo necesitaba, para lo que a mí me venía bien”, recuerda.

Hoy, a pocos días del Jubileo, admite sentir un poco de “humana desilusión” porque desde que empezó a soñar el viaje “me imaginé que iba a vivir la vigilia con él y escucharlo”.

Su fallecimiento “fue un golpe”, asegura, pero lo vivió “con mucha esperanza, confianza, sabiendo que tenía que ser así y que va a haber mucho nuevo de León, que lo vamos a poder escuchar en primera fila y que va a ser algo muy lindo también”, anticipa.

El Papa de mi adolescencia

Natán, miembro del equipo coordinador de Pastoral de Juventud, asegura que los días en Udine “hacen  que la experiencia sea muy rica” y ayudan a “preparar el corazón con otros hermanos para después poder vivir el Jubileo a pleno”. 

Al recordar al Papa de su adolescencia, define a Francisco como un referente “a la hora de dar estos primeros pasos en el servicio”, y asegura que “con su magisterio ilumina el servicio pastoral de muchas de nuestras diócesis”.

“La verdad es que lo extraño. Y estoy muy expectante del encuentro con el Papa León, ver qué le dice a los jóvenes, qué nos dice a nosotros. Y bueno, la emoción de poder ver al Papa, al sucesor de Pedro, es muy grande”, resume.

Abrazar, dar gracias y continuar con el legado de Francisco

Junto a ellos está también el P. Lucas Antognazza, Asesor de la Pastoral de Juventud, quien asegura que este viaje es una oportunidad de “poder ir a abrazar, dar gracias y poder continuar el legado del Papa Francisco”. 

“Todos nosotros somos ‘generación Francisco’ porque nos criamos con sus palabras, con su ejemplo, con sus documentos y todo lo que nos enseñó”, afirma el sacerdote. “Nuestra fe está atravesada completamente por todo su magisterio y, de alguna manera, poder abrazar y continuar su legado es una oportunidad y un privilegio para nosotros”.

Compartir los días previos al Jubileo con la Diócesis hermana de Udine “nos permite que la peregrinación sea una verdadera experiencia comunitaria y una verdadera experiencia espiritual”, considera, y también un tiempo “de dar gracias a Dios y estar más cerca de Jesús, experimentarlo más cerca que nunca”.

Poder hacer eco de su voz con obras

La figura del Papa Francisco quedó arraigada también en el corazón de Jazmín, que cuando piensa en él, siente una invitación “a mirar más allá y a recordar la huella que nos dejó”.

“Pienso mucho en ese ‘los invito a celebrar juntos el Jubileo de los Jóvenes’”, admite, y en el dolor que provoca recordar ese “juntos” que no pudo ser, “como si escondiera una añoranza inconclusa”.

Sin embargo, se queda con su legado: “Nos enseñó que hay un Dios padre, que escucha y acompaña desde la ternura y el amor”, en especial a “tantas personas que no se sienten miradas, ni abrazadas, ni amadas”.

“El mayor acto de dignidad es hacer una revolución desde la dulzura. Es hacer lío, es seguir su legado y no olvidar”, sostiene.

Sofía también lo recuerda como “un pastor muy cercano a los jóvenes, un modelo a seguir de hacer pastoral, de liderar equipos, de acompañar a otros”. 

“Gran parte de su mensaje nos resuena mucho en el día a día de este viaje que vamos a hacer. El ser comunidad, el hacer parte de todos, todos, todos, como decía Francisco”, añade, anhelando “poder hacer eco de su palabra, de su mensaje, de su voz, con obras”.