Juntos, contra viento y marea. Ese parece haber sido el pensamiento claro y poderoso de estos novios en Filipinas, que contrajeron matrimonio aunque la iglesia católica donde se unieron, hasta que la muerte los separe, estaba completamente inundada a causa de una tormenta tropical que dejó el agua hasta las rodillas, las de ellos y las de todos sus invitados.
Jade Rick Verdillo y Jamaica Aguilar se casaron el martes 22 de julio en la iglesia de Barasoain, en Malolos, en la provincia filipina de Bulacan, que rebosaba de agua debido a las fuertes lluvias que provocaron inundaciones en la región.
Pese a todo, los novios decidieron seguir adelante.
“Siento que los retos no se acabarán, esto es sólo una prueba. Antes de casarnos estuvimos en esta relación por 10 años, ya hemos pasado por mucho, esta es solo una de las pruebas que hemos superado”, afirma Jade en declaraciones a la agencia AP, dentro de la iglesia llena de agua.
Jiggo Santos, uno de los invitados, comentó que asistió a “una boda extraordinaria, como pueden ver. El amor prevaleció porque incluso contra el tiempo, la tormenta, las lluvias, las inundaciones, la boda siguió adelante”.