En un emotivo encuentro con el Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, la familia del diácono permanente Juan Carlos Cordini, fallecido en 2016, donó sus ornamentos a la Diócesis.
Fue María Cordini, hija del diácono, quien se reunió en la catedral castrense Stella Maris, quien entregó los ornamentos de su padre, que fue General de Brigada del Ejército Argentino.
Ordenado en 2010 por el recientemente fallecido Mons. Antonio Baseotto, fue el primer diácono permanente de la Diócesis Castrense, respondiendo así a un llamado vocacional que fue creciendo desde su juventud.
Según recoge el sitio web del Obispado Castrense el 18 de julio, en el recuerdo de su esposa Dora permanecen los primeros años de fe compartida: “Desde que nos conocimos siempre fuimos fieles practicantes y, a medida que el tiempo transcurría, íbamos adentrándonos y creciendo en la fe”, rememora.
“Antes de casarnos, Juan Carlos hizo el cursillo de cristiandad; luego de nuestra boda yo también lo hice enseguida”, señala, y estando en Córdoba conocieron el Santuario de Schoenstatt e hicieron la Alianza de Amor con María.
Su discernimiento hacia el diaconado comenzó en Rosario, provincia de Santa Fe, de la mano del P. Pedro Candia, capellán del Ejército, con quien fue madurando ese llamado.