La iglesia de la Sagrada Familia de Gaza ha sido alcanzada esta mañana por un ataque aéreo en medio de una nueva ola de bombardeos israelíes que han dejado varios heridos, entre ellos, el párroco argentino Gabriel Romanelli.
Así lo ha confirmado el Patriarcado Latino de Jerusalén en un comunicado oficial emitido este jueves. El ataque ha dejado tres muertos, según confirmó Cáritas Jerusalén.
Se trata de Saad Issa Kostandi Salameh de 60 años, que era el encargado de mantenimiento de la parroquia y era una de las personas que estaban en el patio en el momento de la explosión. La otras dos víctimas mortales son Foumia Issa Latif Ayyad una anciana de 84 años y Najwa Abu Daoud, de 70, que estaban recibiendo recibiendo atención psicológica en ese preciso momento dentro de la tienda de campaña del proyecto de apoyo psicosocial de Cáritas.
Según el diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Avvenire, el P. Romanelli sufrió lesiones en una pierna y fue hospitalizado, aunque su estado no parece crítico. Además del sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado, otras ocho personas resultaron heridas y fueron trasladadas de urgencia al Hospital Al Mamadami, a tan solo un kilómetro de la Iglesia.
El edificio parroquial, único templo católico de la Franja de Gaza, se convirtió al inicio de la guerra en un improvisado refugio donde ahora viven más de 500 personas. La mayoría son cristianos ortodoxos, protestantes y católicos, pero también sirve de refugio a más de 50 niños musulmanes con discapacidades junto a sus familias.
Desde hace semanas, las 541 personas refugiadas en el complejo parroquial soportaban a diario el estruendo de las bombas cayendo en los alrededores, especialmente en el barrio residencial de al-Zaytun, en la ciudad de Gaza.