Las vacaciones “son esenciales” para mantener la salud mental de los sacerdotes, según el obispo francés Benoît Bertrand, de la diócesis de Pontoise. El prelado, aunque asegura que no puede hablar por todos los sacerdotes, señaló que “el descanso, el ocio y el reencuentro interior” son fundamentales para la misión de un consagrado.
“Un sacerdote que sabe descansar y desconectar es un sacerdote que estará mejor entregado a su comunidad y al pueblo de Dios”, añadió Mons. Bertrand, en una entrevista con los medios vaticanos.
Estas declaraciones del obispo francés se relacionan con el reciente suicidio de un joven sacerdote italiano de 35 años, que ha conmocionado al mundo católico. El P. Matteo Balzano, fallecido el pasado 5 de julio, era muy querido en la parroquia de Cannobio (Piamonte, Italia), especialmente por los jóvenes de su comunidad.
Mons. Bertrand expresó su cercanía al obispo, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la diócesis de Novara, de donde provenía el joven sacerdote jesuita. “Son muchos los factores que pueden provocar malestar entre los sacerdotes”, comentó.
En 2020, los obispos de Francia solicitaron un estudio que profundizó en la salud física, moral y psicológica de sus sacerdotes. Fueron entrevistados 6.300 presbíteros que estaban en actividad en todo el país para aquel año. El objetivo, recuerda Mons. Bertrand, era establecer medidas preventivas y brindar recursos a las diócesis para atender cada caso.
Los resultados arrojaron que más del 90% de los sacerdotes declararon gozar de buena salud física. “Sin embargo, nos preocupó que casi 2 de cada 10 mostraban síntomas depresivos, y que el 2% se encontraba en situación de burnout”, dijo el obispo francés.