Luego que el gobierno de Donald Trump logró el control efectivo de la frontera, el Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski, ha instado al presidente y al Congreso a ampliar las vías legales para que los migrantes indocumentados que no han cometido otros delitos obtengan la ciudadanía.
En una declaración y entrevista con medios arquidiocesanos, Mons. Wenski dijo que Estados Unidos “enfrenta escasez de mano de obra en muchos sectores, como la salud, los servicios y la agricultura. Expulsar a los trabajadores inmigrantes solo agravará esta escasez”.
“En lugar de gastar miles de millones en deportar a personas que ya contribuyen positivamente al bienestar de nuestra nación, sería más sensato desde el punto de vista financiero y más aceptable desde el punto de vista moral que el Congreso, en colaboración con el gobierno, amplíe las vías legales para que los migrantes sin antecedentes penales puedan obtener un estatus legal permanente”, afirmó Mons. Wenski.
En una entrevista con La Voz Católica, el arzobispo afirmó que “lo que lo hace cruel en este momento es la arbitrariedad de este intento de deportar a personas que ya han hecho una fortuna aquí, personas que han dedicado su esfuerzo y esfuerzo para quedarse”.
“Si el gobierno de Estados Unidos les ha permitido quedarse durante 10 o 20 años, imagínense que muchos tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses, tienen casas propias o han establecido negocios”, señaló Mons. Wenski. “Decirles simplemente que ‘regresen a casa’, cuando no hay hogar allá, y su hogar está aquí, eso es lo que lo hace cruel”.
El prelado también se hizo eco de las preocupaciones del Obispo de Venice, Mons. Frank Dewane, sobre el nuevo centro de detención conocido como “Alligator Alcatraz”, ubicado en esta diócesis de Florida.