Un equipo de 18 arqueólogos, antropólogos y forenses comenzó esta semana a excavar una antigua fosa séptica en el antiguo hogar para madres solteras St. Mary’s, gestionado por las Hermanas del Buen Socorro en Tuam, condado de Galway, al oeste de Irlanda, hoy convertido en urbanización de viviendas.
A lo largo de los próximos dos años, según informa The Irish Time, una excavadora sin dientes horadará cada palmo de los 5.000 metros cuadrados de superficie del solar en busca de restos de los 796 niños supuestamente enterrados sin sepultura entre 1925 y 1960 a dos metros de profundidad.
El objetivo es encontrar, analizar, identificar y sepultar dignamente los restos de los niños, muchos de ellos recién nacidos. Para poder identificarlos, han recogido muestras de ADN de más de 80 familiares que fueron invitados este 8 de julio a un acto simbólico para conmemorar el inicio de las obras.
Las excavaciones -realizadas con la ayuda de expertos de Colombia, España, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos- arrancan 11 años después de que la historiadora local Catherine Corless descubriera pruebas detalladas que probaban las muertes en esta residencia y que solo había registros de entierro de dos de los casi 800 menores fallecidos.
En 2014 publicó la investigación que, tres años después, condujo al descubrimiento de la fosa común. En 2017, una excavación preliminar en la zona halló restos humanos, lo que confirmó las sospechas de un enterramiento masivo en condiciones inhumanas.
"Estos bebés están en un sistema de alcantarillado. Tienen que salir de ahí", dijo Corless este lunes, después de que se cercara el terreno con una valla de 2,4 metros, según informó The Irish Times.