Una delegación de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), encabezada por su presidente, Mons. Mariano Crociata, realizará una visita oficial a Ucrania del 16 al 18 de julio.
El objetivo de la visita, según informó la COMECE, es expresar su “continua cercanía con el pueblo ucraniano y su solidaridad con quienes se ven afectados por la actual guerra de agresión por parte de Rusia”.
Durante los tres días de visita, los obispos europeos se reunirán con representantes de la Iglesia greco-católica y de la Iglesia católica de rito latino en Ucrania, así como con figuras de la política, humanitarios y académicos locales.
Además, estos encuentros tienen como propósito “dar testimonio del inmenso sufrimiento humano, manifestado en miles de civiles y soldados muertos o heridos, en la ruptura de la vida familiar y social”, así como en la destrucción de infraestructuras vitales en todo el territorio ucraniano.
Los prelados europeos también conciben este gesto como una oportunidad para fortalecer la relación con la Iglesia católica de rito latino y la Iglesia greco-católica en Ucrania, que recientemente han obtenido el estatus de observador en la Asamblea de COMECE.
La delegación de este organismo abordará, asimismo, la situación de los jóvenes ucranianos, escuchando sus luchas cotidianas por hacer realidad sus sueños y aspiraciones de futuro en medio del conflicto en curso.