El usuario de Twitter afirmó que Sánchez “odia abiertamente a las personas negras y es antitrans”, según los documentos judiciales.
Durante una reunión posterior con un investigador de United, Sánchez negó haber hecho comentarios racistas, según su denuncia. Cuando se le preguntó sobre la acusación de que es “antitrans”, Sánchez “habló de una conversación que mantuvo con un compañero de trabajo en la que discutieron las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, y que una persona no puede cambiar su sexo”.
“Sánchez también señaló que, aunque es homosexual, está de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia”, afirma la denuncia, y añade: “La conversación durante el vuelo se mantuvo en voz baja en la cocina, lejos de todos los pasajeros, y ningún pasajero informó de ningún problema”.
Durante una investigación posterior de sus publicaciones en las redes sociales, United destacó 35 de más de 140.000 publicaciones “y acusó a Sánchez de carecer de dignidad, respeto, profesionalidad y responsabilidad en X, cuando Sánchez estaba fuera de servicio”, según la denuncia.
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Pero la acción judicial de Sánchez afirma que United nunca se había quejado anteriormente de sus publicaciones en las redes sociales, que se remontan a 2010, a pesar de que varios miembros de la dirección intermedia y superior lo seguían en sus cuentas.
Sánchez afirma en la denuncia que sospecha que su edad fue un factor determinante en el despido, ya que United prefiere a los auxiliares de vuelo más jóvenes y los incluye en su publicidad, y porque “United tiene un historial de despedir a los auxiliares de vuelo de más edad por infracciones menores”.
Sánchez también argumenta en los documentos judiciales que United Airlines lo trató de manera diferente a otros empleados, incluyendo su despido por publicaciones personales en redes sociales en las que expresaba sus opiniones sobre política, asuntos sociales y religión, mientras que otros empleados de United con publicaciones más problemáticas en redes sociales conservaron sus puestos, como una azafata que reprendió a algunos clientes de United llamándolos “borrachos” que “beben como camellos” y otra azafata que publicó imágenes sexualmente provocativas de sí misma con el uniforme de United.
La azafata que publicó las imágenes de sí misma fue finalmente despedida, pero solo porque no borró una sola imagen en la que aparecía con el uniforme de United, según afirma la demanda de Sánchez.
“Sánchez fue interrogado e investigado por sus publicaciones en las redes sociales debido a su edad, religión y creencias políticas, mientras que sus compañeros de trabajo más jóvenes o con creencias religiosas y políticas diferentes no fueron tratados de la misma manera”, afirma la denuncia.
“El despido de Sánchez sirvió como advertencia implícita y mensaje para los demás empleados de United de que no se toleraría la expresión de opiniones que se apartaran de las perspectivas liberales sobre la raza, las figuras políticas, el movimiento transgénero y las cuestiones de salud pública”, escribieron los abogados de Sánchez en la denuncia presentada en enero.