Ante la disminución de católicos en Chile reflejada en el Censo 2024, el Arzobispo de La Serena y Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. René Rebolledo Salinas, ofreció algunas claves para revitalizar y fortalecer las comunidades creyentes.
Las cifras, publicadas la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadísticas, revelan que el 54% de las personas mayores de 15 años en Chile se declara católica, lo que refleja una caída del 16% en las últimas dos décadas.
Al mismo tiempo, se evidencia un crecimiento acelerado de la cantidad de personas que no se identifican con ninguna religión, las que hoy alcanzan el 25,8% de la población adulta.
Mons. Rebolledo Salinas observó la “realidad ineludible” del aumento de población que declara no tener religión o credo, como también el crecimiento en la adhesión a las Iglesias evangélicas o a las creencias no institucionalizadas como “energías naturales, reencarnación, rituales ancestrales y experiencias personales de fe”.
En ese marco, destacó que la convicción es el elemento para vivir la fe cristiana. “No basta haber crecido en una familia creyente, tampoco con el bautismo recibido en la infancia”, sino que “creer es un don de Dios que exige una opción personal, reflexionada, razonada y libre”, insistió.
Por eso, en una época marcada por el individualismo, el temor y la desesperanza, “la fe cristiana se presenta como un don que madura en el silencio, pero que se vive en fraternidad, en comunidades tal vez más pequeñas, pero vivas y creativas”, afirmó. Una fe que escoge “la esperanza frente al desánimo, la comunión en lugar del aislamiento, y la claridad desafiante del Evangelio ante lo líquido y ambiguo de otras propuestas actuales”.