Aliados del nuevo gobierno sirio y otros actores no estatales han continuado la violencia y la discriminación contra cristianos, drusos y musulmanes chiitas, según un nuevo informe de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés).
Los rebeldes sirios, muchos de los cuales estaban afiliados a Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), derrocaron al ex presidente sirio Bashar al-Assad a finales de 2024. El informe señala que miembros de HTS, muchos de ellos combatientes extranjeros, participaron en asesinatos masivos y otras formas de persecución contra minorías religiosas durante el derrocamiento de Assad y han continuado con violaciones tras tomar el control del gobierno.
El nuevo presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, comandó HTS durante la revolución. También fue anteriormente miembro de al-Qaeda. Además de HTS, el informe también señala que miembros de la oposición política y milicias respaldadas por Turquía y otras organizaciones que participaron en asesinatos masivos y violaciones a la libertad religiosa han sido acogidos en altos cargos del nuevo gobierno sirio.
A pesar de estos acontecimientos, el nuevo gobierno sirio ha prometido proteger la libertad religiosa mientras establece su nueva administración. El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha buscado trabajar con el nuevo liderazgo y ha levantado sanciones y eliminado la designación de HTS como organización terrorista.
La USCIRF está alentando a la administración Trump a imponer condiciones para el levantamiento de sanciones que exijan mejoras en la libertad religiosa. El informe también anima al gobierno de Estados Unidos a imponer sanciones específicas a personas y organizaciones que continúen violando la libertad religiosa.
El comisionado de la USCIRF, Mohamed Elsanousi, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que la principal preocupación de la comisión para los cristianos y otras minorías religiosas en Siria es “que las políticas y acciones reales de las autoridades transitorias coincidan con sus declaraciones de apoyo a un futuro religiosamente inclusivo para el país”.