El Papa León XIV dijo durante una audiencia con un grupo de religiosas pertenecientes a diferentes órdenes que el enraizamiento en Cristo permite “hacer cosas que quizá nunca hubieran pensado que podían realizar”.
Las Hermanas de la Orden de San Basilio Magno, las Hijas de la Divina Caridad, las Hermanas Agustinas del Amparo y las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, acudieron esta mañana al Vaticano en el marco sus Capítulos Generales y del Jubileo de la Esperanza.
Tras elogiar la diversidad de carismas y recordar los “grandes modelos de vida espiritual” que inspiraron su fundación —como San Agustín, San Basilio y San Francisco—, el Pontífice agradeció a las religiosas por su servicio, especialmente a los más débiles.
Además, remarcó que “las vicisitudes de su pasado y la vivacidad del presente hacen experimentar cómo la fidelidad a la sabiduría antigua del Evangelio es el mejor motor para quien, impulsado por el Espíritu Santo, recorre nuevos caminos de donación, dedicados al amor de Dios y del prójimo en la escucha atenta de los signos de los tiempos”.