En su Informe Anual 2024, el Observatorio Astronómico Vaticano no sólo informa sobre los avances científicos y los esfuerzos de divulgación alcanzados durante el año, sino que recuerda al mundo que su misión va mucho más allá de los datos y los telescopios.
“Cada observatorio hace ciencia y divulgación. Lo que hace especial al Observatorio Vaticano es por qué lo hacemos: para la mayor gloria de Dios… y por esos maravillosos momentos en los que lo vemos sonreírnos”, afirma el Hno. Guy J. Consolmagno SJ, director del Observatorio y presidente de su fundación.
Desde su sede principal en Castel Gandolfo, Italia, y con su telescopio avanzado ubicado en Arizona (EE.UU.), el Observatorio Vaticano continúa su misión centenaria de mostrar que la Iglesia no sólo no se opone a la ciencia, sino que la promueve activamente.
“Esta misión nos fue confiada por el Papa León XIII en 1891 y ha sido renovada por cada Papa desde entonces: mostrar al mundo que la Iglesia apoya la ciencia”, recuerda el hermano jesuita.
Uno de los momentos destacados del año fue el eclipse solar total del 8 de abril de 2024, visible en una franja que iba desde Texas hasta Montreal. Para Consolmagno, este fenómeno fue una oportunidad única para combinar la contemplación del cielo con la misión educativa y pastoral de la Iglesia.