Tras la beatificación el pasado domingo de Floribert Bwana Chui, el joven congoleño quien “amó con la caridad de Cristo”, el Papa León XIV recibió en el Vaticano a obispos procedentes de este país africano, así como a su madre, familiares y a la Comunidad de Sant’Egidio, a la que él pertenecía.
En su discurso, el Santo Padre recordó las palabras que el Papa Francisco dirigió a los jóvenes durante su Viaje Apostólico a la República Democrática del Congo sobre el nuevo beato, martirizado en Goma el 8 de julio de 2007.
“Como cristiano, rezó, pensó en los demás y eligió ser honesto, diciendo no a la suciedad de la corrupción. Eso es mantener las manos limpias, mientras las manos que trafican con dinero se manchan de sangre”, dijo el Papa Francisco el 2 de febrero de 2023.
“¿De dónde sacaba fuerzas un joven para resistir la corrupción, tan arraigada en la mentalidad común y capaz de toda violencia?”, preguntó León XIV a continuación.
Para el Pontífice, la decisión de mantener las manos limpias del beato, quien era funcionario de aduanas, “maduró en una conciencia formada por la oración, la escucha de la Palabra de Dios y la comunión con los hermanos”.