Luego de anunciarse su elección, el recién elegido Papa León XIV apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro donde pronunció sus primeras palabras e impartió su primera bendición Urbi et orbi (a la ciudad y al mundo.
A continuación su discurso completo
¡La paz esté con todos ustedes!
¡Queridísimos hermanos y hermanas! Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor, que ha dado la vida por el rebaño de Dios.
También yo quisiera que este saludo de paz llegue hasta sus corazones y les alcance a sus familias y a todas las personas, donde quieran que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con ustedes!
Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada, una paz desarmante, humilde y perseverante, que proviene de Dios, de Dios que nos ama a todos incondicionalmente.