Aunque estos días todas las miradas están puestas en los cardenales electores, hay un grupo de personas —incluidos laicos y eclesiásticos— que, desde el anonimato y con absoluta discreción, vela por cada detalle para que el cónclave se desarrolle sin errores.
Nada de lo que ocurre entre los muros vaticanos puede trascender, y todo el personal implicado en este evento crucial debe prestar juramento y comprometerse a guardar el más estricto secreto sobre lo que vive durante estas jornadas que mantienen en vilo al mundo entero.
Por ello, los oficiales y encargados del cónclave, previamente aprobados por el cardenal Camarlengo, Kevin Farrell, y los tres cardenales asistentes, prestaron juramento el pasado lunes 5 de mayo en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico.
¿Quiénes forman parte de este grupo?
Según lo indicado en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, en este grupo se incluye a un eclesiástico de confianza del cardenal que preside el cónclave, así como dos religiosos agustinos encargados de la Sacristía Pontificia.