En el día en el que se celebra a Santa Josefina Bakhita, patrona de los supervivientes de la trata de personas, la Iglesia Católica en México denunció el “intolerable” drama de este delito, “que viola todos los derechos humanos de la víctima”.
En un comunicado firmado por Mons. Eugenio Lira Rugarcía, Obispo de Matamoros-Reynosa y responsable de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana (DEPMH), y la Hna. Gloria Estela Murúa Valencia SA, responsable de la Vertiente contra la Trata de Personas, se calificó de “intolerable que se ponga precio a las personas para venderlas y/o comprarlas a fin de someterlas a la explotación sexual, a trabajos forzados, a matrimonios obligados, y a actividades ilícitas, como el tráfico de drogas, de personas, de órganos y de armas, así como la explotación ilegal de recursos naturales”.
Recordando el mensaje que el Papa Francisco dirigió a los líderes mundiales que participaron en la Cumbre sobre los Derechos del Niño, el 3 de febrero, la Iglesia en México señaló que el Santo Padre “ha recordado el sufrimiento de millones de menores que son víctimas de esclavitud infantil, así como millones de niñas y niños migrantes, solos o acompañados, que, al carecer de documentos, son vulnerables de ser víctimas de toda clase de abusos o vendidos como esclavos”.
En el comunicado, Mons. Lira Rugarcía y la Hna. Murúa Valencia señalan que “quienes han vivido este terrible drama, comentan que habrían preferido morir o dejar de sentir la vida permaneciendo intoxicados, hasta que lograron sobreponerse y arriesgarse para alcanzar su libertad”.
“Y creyendo que Dios, que nos ha creado, puede recrearnos, se han convertido en sobrevivientes. Su testimonio nos anima a mejorar y a trabajar para que la vida de toda persona sea mejor”.
De acuerdo a un informe de la Organización Internacional del Trabajo, la plataforma Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones, más de 50 millones de personas en el mundo son víctimas de esclavitud moderna.