El Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano ha señalado la próxima Jornada Mundial de la Vida Consagrada como una ocasión en la que la Iglesia “se reúne con alegría y gratitud en torno a los consagrados”.
Las celebraciones para esta jornada, que el próximo domingo 2 de febrero celebra su XXIX edición, comenzará con la oración de Vísperas el sábado 1 de febrero, presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro a las 17:00 horas (hora de Roma).
Según ha precisado el dicasterio vaticano en un comunicado, este día también pretende agradecer a los consagrados por haber pronunciado su “sí”, entregando “su vida a Dios por la Iglesia y por el mundo”.
La jornada de este año forma parte del camino que los consagrados y consagradas están recorriendo hacia el Jubileo, que se celebrará en todo el mundo en octubre.
En particular, desde el Vaticano animan a las Iglesias particulares a unirse en oración para pedir al Señor “el don de santas vocaciones a la vida consagrada”.
También exhortan a “acoger la gracia de ser portadores del anuncio de esperanza y constructores de paz, testimoniando con la vida que nadie está excluido de la misericordia de Dios”.