El Papa Francisco afirmó que sigue con preocupación la situación en Colombia, en particular en la región de Catatumbo, “donde los enfrentamientos entre grupos armados han causado muchas víctimas civiles y más de treinta mil desplazados”.
Desde el 15 de enero, esta zona del departamento de Norte de Santander padece nuevamente por la violencia. Según las informaciones, el primer hecho fue el asesinato de tres miembros de una familia, entre ellos un bebé de seis meses.
Al día siguiente, el miedo llegó a los municipios de Teorama y El Tarra, donde los choques entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC obligaron a las familias a refugiarse en sus casas para evitar ser víctimas del fuego cruzado.
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, ya son más de 36.000 las personas que han dejado sus hogares en el Catatumbo. La mayoría ha huido a los municipios de Cúcuta, Ocaña y Tibú.
Frente a esta grave situación, el Papa Francisco expresó tras el rezo del Ángelus su cercanía al pueblo colombiano y también les aseguró sus oraciones.