El primer decreto del Estado de la Ciudad del Vaticano que regula el uso de la inteligencia artificial (IA) entró en vigor silenciosamente este mes, prohibiendo los usos discriminatorios de la IA y estableciendo una comisión especial para supervisar la “experimentación” con la nueva tecnología en el Vaticano.
El decreto titulado “Directrices sobre Inteligencia Artificial” fue promulgado por la Comisión Pontificia del Estado de la Ciudad del Vaticano y entró en vigor el 1 de enero tras una publicación de perfil bajo en el sitio web de la gobernación del Vaticano el día antes de la víspera de Navidad.
Las nuevas regulaciones establecen prohibiciones estrictas sobre el uso de IA dentro de las instituciones estatales del Vaticano, pero no se aplican a toda la Curia Romana.
Entre las prácticas prohibidas se encuentran el empleo de sistemas de IA que comprometan la seguridad de la Ciudad del Vaticano, la implementación de sistemas de IA que excluyan a las personas con discapacidad del acceso a sus funciones y el uso de IA para extraer “inferencias antropológicas con efectos discriminatorios sobre los individuos”.
El decreto de 13 páginas también prohíbe las aplicaciones de IA que creen desigualdades sociales, violen la dignidad humana o utilicen “técnicas de manipulación subliminal” que causen daño físico o psicológico a las personas.
Además, queda prohibido cualquier uso de IA que entre en conflicto con la misión del Papa, la integridad de la Iglesia Católica o las actividades institucionales del Vaticano.