Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa
Revisión de estilo a cargo de Alexis Iparraguirre (PUCP)
Fuerza de Dios, luminoso Gabriel, fuiste tú el distinguido por Emmanuel entre los príncipes de la milicia celeste; fuiste tú el elegido para develar a Daniel la visión del carnero espantoso.
Ante la plegaria del profeta, te precipitas desde el cielo: le explicas el misterio de las semanas necesarias para que la tierra se alegre y se enriquezca enriquecer por el nacimiento del Rey de los cielos
Eres tú quien trae la noticia dichosa y admirable a los Padres de Juan Bautista; eres tú quien revela que una madre estéril dará un hijo a un anciano quebrado por los años.
Eres tú quien viene a manifestar plenamente a la Virgen sagrada lo anunciado por los profetas desde el inicio del mundo; tus palabras le revelan el misterio, el anuncio de que concebirá al verdadero Dios.
Eres tú, augusto Arcángel, quien colmas de dicha a los pastores de Judea, manifestándoles la noticia celestial. La milicia angélica celebra junta a ti el misterio del Dios que acaba de nacer.
Cuando el Señor en la última noche, anegado en sudores de Sangre sufre la agonía, desciendes de los cielos, y le declaras que le corresponde beber del cáliz, según la voluntad del Padre.
Dígnate, oh Trinidad gloriosa, confirmar los corazones católicos a través del don celestial de la fe: danos la gracia, de que veamos tu gloria en los siglos sin fin.
Oración
Oh Dios que, entre los otros Ángeles elegiste al Arcángel Gabriel para anunciar el misterio de tu Encarnación: haz en tu bondad, que después de haberlo venerado sobre la tierra, gustemos en el cielo los efectos de su protección. Tú que vives y reinas…
Tomado de
Dom Meunier
Capellán del Monte San Miguel
Sous la Garde des Anges
Editorial Téqui, 1929
Queremos expresar nuestra gratitud a los doctores José de la Puente Candamo y José de la Puente Brunke por habernos facilitado el acceso a la Biblioteca Virginia Candamo de Puente, de donde obtuvimos este material

