"Se prevé que la beatificación de los dos pastorcitos provocará un incremento del número de visitantes a la casa donde nacieron, en Aljustrel", declaró João Rosa, responsable de las visitas y peregrinaciones a este lugar.

Rosa, de 73 años y sobrino de los videntes -hijo de uno de los dos hermanos de Jacinta y Francisco-, pasa sus días respondiendo las preguntas de los peregrinos que visitan el lugar de nacimiento de los pastorcitos en su regreso de Fátima. "Los fines de semana son más de mil personas las que visitan la casa", dijo João Rosa, agregando que el último domingo fue una locura, pues "estaba siempre llena de gente hasta el último rincón".

La casa y propiedades del Santuario está compuesta por dos cuartos, una sala de entrada con pocos muebles y una pequeña cocina. Las paredes están llenas de fotografías de los videntes y familiares que vivieron aquí desde inicios de siglo, y las camas de fierro todavía existentes son cubiertas de flores enviadas por devotos y cheques con dinero extranjero.

"Españoles e Italianos son los peregrinos que más visitan este lugar", comentó João Rosa, y manifestó que la pregunta que más se hace es si se conoce la tercera parte de las revelaciones de Fátima. El día en que el Papa ratificó la beatificación de los dos pastorcitos ya fallecidos, algunos centenares de peregrinos visitaron Aljustrel, todos con una gran devoción. Pero aún así -como comenta el segundo de los sobrinos de los pastorcitos-, se lamenta que "algunas personas entren a la casa para hacer desastres y decir que las apariciones son una gran mentira".

Para João Rosa las apariciones son realmente verdaderas, ya que en el septuagenario tuvo la oportunidad de conversar con algunas personas que estuvieron presentes en el milagro del sol. Para él, la beatificación de Jacinta y Francisco "es un aumento en las responsabilidades de la familia".