Lo que
la profesora quería
Una historia que nos enseña a razonar creativa y científicamente
en defensa de la fe
Lisa Hunter, esposa y madre que reside
en el sudeste norteamericano, estaba limpiando su cocina cuando encontró
un papel en el suelo. Era la tarea de ciencia de su de 12 años.
Los estudiantes debían confirmar que comprendían que la
tierra provenía de una explosión primigenia. Ashley, su
hija, la había completado a pesar de que la respuesta "correcta"
contrradijera sus creencias religiosas.
Lisa no objetaba la teoría del Big
Bang per se. Lo que la preocupaba era que estaba siendo enseñada
desde una perspectiva naturalista, que presuponía que la creación
había sucedido sin un creador.
Así que Lisa se sentó con
Ashley, y amablemente le preguntó:
-¿Realmente crees lo que escribiste?
¿Que el universo proviene del Big Bang sin intervención
divina?
Ashley prorrumpió en lágrimas y sollozando dijo que "no".
- "Pero esa era la respuesta que la
profesora quería. No sabía que hacer", agregó.
Lisa planteó el tema durante una
conferencia de padres y profesores, pero la profesora de Ashley estaba
a la defensiva, argumentando que Lisa estaba cuestionando su criterio,
y anunció que no tenía intención de variar
el programa".
Cuando Lisa comenzó a discutir interpretaciones
alternativas a la teoría del big bang, la profesora le cortó
la conversación arguyendo que "no tenía permitido enseñar
religión".
Lisa se reunió inmediatamente con
la directora del colegio, llevando consigo artículos escritos en
el libro "¿Cómo debemos vivir ahora?.
Este material le había enseñado
a Lisa la forma de argumentar racionalmente, desde un punto de vista científico
en contra de la filosofía naturalista. Como dijo Lisa: "ese
material me dio el coraje y la convicción para hacerlo caritativamente".
La respuesta de la directora fue asombrosa.
Reconoció que los argumentos de Lisa eran Válidos, y le
pidió que los ayudara en el comité de confección
de programas de la escuela. También estuvo de acuerdo que la profesora
de ciencias le debía una disculpa a los niños, animándolos
a éstos a realizar preguntas y objeciones acerca de la teoría
del Big Bang.
Por ejemplo, los niños serían
invitados a pensar sobre el origen de la materia inicial del Big Bang.
La teoría del Big bang simplemente asume la preexistencia de una
bola de materia densamente compacta del tamaño de una pelota de
básquet, pero ¿de dónde provenía esa materia?
O, la profesora podría preguntar ¿qué poder o fuerza
causó la dispersión de esta bola de materia supercompacta?
El descubrimiento del Big Bang sigue siendo
una de las evidencias más dramáticas de la enseñanza
bíblica que el universo tuvo un comienzo en un punto determinado
del tiempo. Y destruye la teoría de Carl Sagan y otros que sostienen
que el cosmos es eterno. Ahora que los científicos descubren un
diseño inteligente (en oposición al caos) en el universo,
comenzamos a ver las manos de quien creó aquel comienzo etraordinario.
Gracias a los esfuerzos de Lisa, Estados Unidos tiene al menos una escuela
pública en la que los programas de ciencia no presuponen la inexistencia
de Dios. Y su experiencia nos enseña dos cosas muy importantes:
· Enfrentar la ciencia y la religión
no conduce a nada. En lugar de cargar contra la clase enarbolando nuestras
biblias, es necesario enfrentar a la mala ciencia con ciencia de mejor
nivel. Cuando argumentamos con este método ganamos, ya que la verdad
está de nuestro lado.
· La Historia de Lisa nos enseña
que si somos voluntariosos en la autoformación y queremos involucrarnos,
podremos ganar la batalla cultural, niño por niño, escuela
por escuela y ciudad por ciudad.
BreakPoint with Charles Colson
Commentary #010724 - 07/24/2001
"It's What the Teacher Wanted": Fighting Naturalism in School

