Cuando habla Dios
Una historia que nos enseña a abrir nuestros corazones para
poder escuchar a Dios
Un hombre susurró: Dios, habla conmigo.
Y un ruiseñor comenzó a cantar. Pero el hombre no oyó.
¡Entonces el hombre repitió:
Dios, habla conmigo
Y el eco de un trueno, se oyó. Mas el hombre fue incapaz de oír.
El hombre miró a su alrededor y
dijo: Dios, déjame verte.
Y una estrella brillo en el cielo. Pero el hombre no la vio.
El hombre comenzó a gritar: Dios,
muéstrame un milagro
Y un niño nació. Mas el hombre no sintió el latir
de la vida.
Entonces el hombre comenzó a llorar
y a desesperarse: Dios, tócame y déjame saber que estás
aquí conmigo... Y una mariposa se posó suavemente en su
hombro.
El hombre espanto la mariposa con la mano
y desilusionado continuó su camino, triste, solo y con miedo.
¿Hasta cuando tenemos que sufrir
para comprender que Dios está siempre donde está la vida?¿hasta
cuando mantendremos nuestros ojos y nuestros corazones cerrados
para los milagros de la vida que se presentan diariamente en todo momento
y que son fruto del amor de Dios?