4º Mandamiento: Honrarás a tu padre y a tu madre

Dios quiere que los hijos amen a sus padres y los honren siendo obedientes, respetuosos, cariñosos con ellos y, además, que les ayuden en lo que necesiten. Tenemos este deber hacia todo aquel que tiene una autoridad sobre nosotros, como profesores, directores, autoridades civiles o militares, etc.

Asimismo, este mandamiento manda a los padres amar y velar por el bien de sus hijos, procurándoles una buena educación y atendiéndoles lo mejor posible en sus necesidades. Lo mismo corresponde a toda autoridad con respecto a sus súbditos, en aquello que les compete.

Al hablar de estos deberes se trata de atender el cuerpo y el alma, lo material y lo espiritual de la persona.

El gran ejemplo nos lo dio Jesús de Nazaret, que siendo Dios, obedecía y estaba sujeto a su Madre la Virgen y a San José.

¿Qué nos manda el cuarto mandamiento de la Ley de Dios?

El cuarto mandamiento de la Ley de Dios nos manda honrar a los propios padres y a quien tenga autoridad sobre nosotros.

¿Cómo debemos honrar a nuestros padres?

Debemos honrar a nuestros padres teniéndoles amor, respeto, gratitud, justa obediencia y ayudándoles, porque después de Dios a ellos debemos la vida.

¿Cuáles son los deberes de los padres respecto a sus hijos?

Los deberes de los padres respecto a sus hijos son atender a las necesidades materiales y espirituales de sus hijos en la medida de lo posible.

¿Cuáles son los deberes de la autoridad pública?

Los deberes de la autoridad pública son: respetar los derechos de la persona humana y las condiciones del ejercicio de su libertad, y trabajar con honradez por bien común.

¿Cuándo no se debe obedecer a una autoridad?

No se debe obedecer a una autoridad cuando manda algo contrario a la Ley de Dios, porque hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

¿Qué es una "Iglesia doméstica"?

Una "Iglesia doméstica" es un hogar cristiano en el cual se da la primera evangelización a los hijos, se da culto a Dios en la oración, se vive el amor a Dios y a los miembros de la familia, y se hace apostolado con el prójimo.

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