10º Mandamiento: No codiciarás los bienes ajenos


El décimo mandamiento prohibe la codicia del bien ajeno, que es la raíz del robo, del pillaje y del fraude; prohibe dejarse llevar de la concupiscencia de los ojos, que lleva a tantos pecados; y prohibe la avaricia y la envidia, que son enemigas del orden y la concordia entre los individuos, las familias, los pueblos y las naciones.

Por la codicia de los bienes ajenos, ¡cuántas riñas y enemistades entre hermanos, entre pueblos!, ¡Cuántas desavenencias familiares y adulterios por desear la mujer del prójimo!

¿Qué nos prohibe el décimo mandamiento de la Ley de Dios?

El décimo mandamiento de la Ley de Dios nos prohibe el deseo desordenado de riquezas y la envidia de los bienes ajenos.

¿Qué nos enseña el décimo mandamiento de la Ley de Dios?

El décimo mandamiento de la Ley de Dios nos enseña a vivir desprendidos de los bienes materiales y a trabajar con diligencia para mejorar nuestra situación actual con el corazón abierto a las necesidades de los demás.

¿Cuál es el camino puesto por Dios para que los humanos lleguemos a la felicidad?

El camino puesto por Dios para que los hombres - individuos, familias, pueblos y naciones lleguemos a la felicidad con paz y amor en este mundo y en el Cielo es cumplir los Diez mandamientos de la Ley de Dios.