Además de Sor Mariana otros tres religiosos fueron puestos a salvo por los equipos de rescate, mientras que siguen buscando entre los escombros del convento a tres hermanas y cuatro personas de edad avanzada que están desaparecidos tras el terremoto, según informó el medio italiano.
"Escuchamos las voces desesperadas de Sor María y Sor Giuseppina, las oía pedir ayuda y gritaban diciendo que no podían respirar. Así que volvimos. Este hombre arriesgó su vida para darles una mano y no descansó hasta dejarlas seguras en el exterior", narra Sor Mariana.
"El último recuerdo que tengo claro es que me quedé tendida en el patio del convento, desorientada", añadió.
Sobre aquel joven desconocido que le salvó la vida reconoció que pese "sabía que todo se derrumbaba, fue más fuerte su instinto de hacer una buena y maravillosa obra".