La inminente llegada del fármaco abortivo RU 486 a Italia, que podría tener lugar antes de que termine el año, ha sido criticada tanto por el Vaticano como por algunos exponentes del Gobierno de centro-derecha.
El Presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, Cardenal Javier Lozano Barragán, no dudó en condenar el uso del fármaco en base a su condición abortiva.
En declaraciones recogidas por los medios italianos, el Cardenal Lozano Barragán aseguró que la Iglesia "comprende el drama de una joven que se queda embarazada en contra de su voluntad, pero condena el aborto sea cual sea el modo en que se practique, porque consiste en matar a un ser inocente".