El Papa Benedicto XVI reiteró su compromiso de impulsar la unidad de los cristianos y precisó que ésta “no es ni absorción ni fusión”, al recibir a los miembros de la delegación enviada a Roma por Bartolomé I, Patriarca ecuménico de Constantinopla, con motivo de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo.
“La unidad que buscamos no es ni absorción ni fusión, sino respeto de la plenitud multiforme de la Iglesia que, conforme a la voluntad de su fundador Jesucristo, debe ser siempre una, santa, católica y apostólica", indicó el Pontífice.
"Si es verdad que el Señor llama con fuerza a sus discípulos a construir la unidad en la caridad y en la verdad; si es verdad que el llamamiento ecuménico constituye una invitación acuciante a reedificar en la reconciliación y en la paz la unidad gravemente dañada entre todos los cristianos; si no podemos ignorar que la división hace menos eficaz la santísima causa de la predicación del Evangelio a todas las criaturas ¿cómo podemos rechazar la tarea de examinar con claridad y buena voluntad nuestras diferencias, abordándolas con la convicción íntima de que hay que resolverlas?”, explicó.