Desde Bélgica hasta el Vaticano llegó una delegación de la Asociación Logia que se reunió con el Papa Francisco, quien afirmó que una fe auténtica siempre lleva implícita un deseo profundo de cambiar el mundo y dejar cosas buenas.
"Con vosotros doy las gracias al Señor que os ha permitido regresar a las fuentes y recuperar la frescura original del Evangelio, y hacer el surgir el proyecto Logia".
El Papa manifestó que "en el ámbito de una sociedad secularizada, donde algunos querrían relegar la religión a la secreta intimidad de las personas, el objetivo de vuestra asociación subraya que 'una fe auténtica implica siempre un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo bueno tras nuestro paso por la tierra'".