El Tribunal Superior de Belfast, en Irlanda del Norte, dictaminó el jueves 3 de octubre que la prohibición casi total del aborto en la región viola los compromisos de derechos humanos del Reino Unido.
"Es un día muy triste porque la corte niega el derecho a la vida de los niños no nacidos", dijo el 3 de octubre Bernie Smyth, directora de la organización provida Precious Life. Smyth estaba presente cuando se emitió el fallo.
El proceso que desafía la legalidad de las actuales leyes de aborto en el país fue presentado por una mujer llamada Sarah Ewart, a quien se le negó un aborto en 2013 después de que se determinó que su bebé no viviría fuera del útero. Ewart, que vive en Belfast, viajó a Inglaterra para el procedimiento y desde entonces ha defendido la liberalización del aborto en Irlanda del Norte.