Tenemos el desafío de crear un proyecto común de nación, expresan obispos argentinos

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) afirmó que de cara a las próximas elecciones el país enfrenta los desafíos de proteger la vida, la familia y de generar consensos que, a través de políticas de Estado, construyan “un proyecto común de Nación”.

Al concluir la 147º Reunión de la Comisión Permanente, los obispos emitieron un comunicado en el que destacaron la importancia de las elecciones generales del 28 de octubre, las cuales son una ocasión propicia para hacer “un examen serio de nuestro comportamiento social” y analizar el cumplimiento de los deberes y derechos, sea como ciudadanos o autoridades.

En ese sentido, los prelados llamaron “al pueblo de Dios y a los hombres y mujeres de buena voluntad” a comprometerse con la defensa de la vida, la familia y el bien común; que son algunos de los desafíos que como país “debemos enfrentar”.

La vida, recordaron, “es un don de Dios y el primero de los derechos humanos que debemos respetar”, en su dignidad, desde la concepción hasta su fin natural. Asimismo, reafirmaron que la familia se funda en el matrimonio entre varón y mujer, que “es la célula básica de la sociedad y la primera responsable de la educación de los hijos”.

El texto también llamó a colocar el bien común por encima de intereses particulares y sectoriales. “Dicho bien común se afianza cuando la autoridad sanciona leyes justas y vela por su acatamiento. También el ciudadano está obligado en conciencia a cumplirlas, salvo que se opongan a la ley natural”, explicó.

Otro desafío, señalaron, es priorizar aquellas medidas que garanticen y aceleren la inclusión de todos los argentinos, porque “la pobreza y la inequidad, no obstante el crecimiento económico y los esfuerzos realizados, siguen siendo problemas fundamentales”.

Sin embargo, aclararon que “una sociedad no crece necesariamente cuando lo hace su economía, sino sobre todo cuando madura en su capacidad de diálogo y en su habilidad para gestar consensos que se traduzcan en políticas de Estado, que orienten hacia un proyecto común de Nación. Este sigue siendo un fuerte desafío para nuestra democracia”.

Los obispos recordaron que la transparencia de las elecciones exige el destierro del clientelismo, la demagogia y las presiones. También pidieron a los candidatos definir claramente sus programas políticos para que los ciudadanos los puedan analizar y valorar la dimensión ética de cada unos. “Por otra parte, es obligación del ciudadano controlar la gestión del gobernante”, indicaron.