En su mensaje a las autoridades de la región del Lazio (donde se encuentra Roma) en su habitual encuentro de inicio de año, el Papa Benedicto XVI exhortó a trabajar constantemente por el desarrollo de las familias y los jóvenes, así como por una adecuada educación en la recta sexualidad para estos últimos.
Al inicio de su discurso, el Papa recordó que los responsables de las instituciones públicas deben "perseguir constantemente el bien común", favoreciendo "una sana dialéctica, porque cuanto más se compartan las decisiones y medidas, tanto más permitirán un desarrollo eficaz para los habitantes de los territorios administrados".
Refiriéndose posteriormente a los proyectos de urbanización, el Santo Padre subrayó la importancia de que "favorezcan los procesos de socialización, evitando que surja y se incremente el individualismo y la atención exclusiva a los propios intereses, perjudiciales para toda convivencia humana".