El Papa Francisco quiso dar un sonoro "gracias" a los sacerdotes y las monjas que se encargan de los jóvenes en las distintas diócesis de Italia.
Por ello, después de rezar el Ángelus en la Plaza de San Pedro, y antes de realizar el mandato misionero a los más de 70.000 jóvenes reunidos por la iniciativa "Por mil caminos hacia Roma", improvisó unas palabras de agradecimiento.
"Los sacerdotes son los que están más cerca vuestro: agradezco mucho a los sacerdotes por el trabajo que hacen cada día, les agradezco por su paciencia, porque se requiere paciencia para trabajar con vosotros", afirmó.