En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI resaltó el don de predicador de San Antonio de Padua y lo puso como ejemplo a los sacerdotes y diáconos a quienes les pidió sermones que sean fieles a la doctrina católica así como incisivos en la comunicación del mensaje del Evangelio.
En la parte final de su habitual catequesis, el Papa pidió para que "pueda San Antonio de Padua, tan venerado por los fieles, interceder por la Iglesia entera, y sobre todo por quienes se dedican a la predicación".
Quienes así lo hacen, continuó, "inspirándose en su tiempo, tienen necesidad de unir la sólida y la sana doctrina a la piedad sincera y fervorosa, que se enlace también con una comunicación incisiva".