El Papa Francisco, durante la Misa en la Casa Santa Marta, dijo que en la vida cristiana hay momentos de temor y en ellos nos preguntamos si "no sería mejor bajar un poco el nivel y no ser tan cristianos y buscar un compromiso con el mundo", pero recordó que San Pablo –que también tuvo miedo-, confió en que al final Cristo convertiría sus sufrimientos en alegría y no se detuvo a pesar de las persecuciones.
"Nos sucede a todos nosotros en la vida – añadió – que tengamos un poco de miedo". Y nos preguntamos – dijo el Papa – si "no sería mejor bajar un poco el nivel y no ser tan cristianos y buscar un compromiso con el mundo". Pero Pablo – prosiguió – sabía que cuanto "él hacía no les gustaba a los judíos ni a los paganos", pero no se detiene y por eso debe soportar problemas y persecuciones.
Esto, señaló el Papa durante la Misa en Santa Marta, "nos hace pensar en nuestros miedos, en nuestros temores". Cristo, recordó, también tuvo miedo y angustia en Getsemaní y advirtió a sus discípulos que el "mundo se alegrará" por sus sufrimientos, como sucederá con los primeros mártires en el Coliseo.