El cuerpo del Arzobispo Emérito de San José, Mons. Román Arrieta Villalobos, fue enterrado en la Catedral Metropolitana luego de una Eucaristía con la cual cientos de feligreses le dieron el último adiós.
Entre los asistentes estuvo el Presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, quien calificó al Prelado como una persona que “siempre nos dio aliento y esperanza con su sonrisa, amor, bondad y perdón”.
Oscar Arrieta, hermano de quien también fuera Obispo de Tilarán, expresó que “nuestro corazón está henchido de dolor pero también de gratitud a Dios”. Afirmó que Mons. Arrieta “amó a su patria con locura y abogó por el respeto y la paz en el pueblo costarricense”.