El representante de la Santa Sede ante la ONU, Arzobispo Celestino Migliore, explicó que la Santa Sede no firmará la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad porque, como está redactada, "la misma Convención creada para proteger a las personas con discapacidad de toda discriminación y el ejercicio de sus derechos", puede ser "utilizada para negarles el derecho básico a la vida" mediante el aborto.
En su declaración de ayer ante la 76° Asamblea Plenaria de la ONU, al referirse al artículo 25 de este documento que trata el tema de la salud, "específicamente a lo referido a la salud reproductiva y sexual", el Arzobispo precisó que "la Santa Sede entiende esta salud reproductiva como un concepto holístico que no considera al aborto ni el acceso a él como parte de estos términos".
"Asimismo, estamos de acuerdo con el amplio consenso que ha sido expresado en esta cámara y en los trabajos preparatorios de que este artículo no crea ningún derecho internacional nuevo, ya que solo intenta asegurar que la discapacidad de una persona no sea usada como base para negar un servicio sanitario", dijo.