La Santa Sede aseguró su máxima colaboración con la justicia italiana, dentro del marco del respeto a los órganos judiciales del Estado Vaticano, en el caso del Instituto para las Obras Religiosas (IOR), también conocido como Banco del Vaticano.

En un comunicado difundido el 8 de junio, el Vaticano expresó que, tras conocer las vicisitudes en que se ha visto recientemente implicado a Ettore Gotti Tedeschi, expresidente del IOR, “pone en la autoridad judicial italiana la máxima confianza en que las prerrogativas soberanas reconocidas a la Santa Sede por el ordenamiento internacional sean adecuadamente despejadas y respetadas”.

Hace pocos días, las autoridades italianas allanaron la casa de Gotti Tedeschi, llevándose documentos entre los que se encontraría un dossier destinado al Papa Benedicto XVI, que contendría sus alegatos de defensa tras su retiro del mando del Banco Vaticano.

En su comunicado la Santa Sede confirmó “su plena confianza en las personas que dedican su trabajo con compromiso y profesionalismo con el Instituto para las Obras de Religión”.

El Vaticano también reafirmó que la moción de retiro de confianza adoptada por el Consejo de Superintendencia con respecto a Gotti Tedeschi se fundó en motivos objetivos, relacionados “con la gestión del Instituto, y no determinada por una supuesta oposición a la línea de la transparencia”.

Gotti Tedeschi, de 67 años, fue presidente el IOR desde 2009. Su nombramiento fue considerado un esfuerzo del Vaticano para ser cada vez más transparente en cuanto a las operaciones financieras, de acuerdo a los estándares internacionales.

El Consejo de Supervisión del IOR decidió sus destitución en mayo de 2012, por “no haber desempeñado varias funciones de importancia primaria para su cargo”.

En julio del este año, el Consejo de Europa debe decidir si el Vaticano entra a ser considerando una organización miembro de la "Lista Blanca" de países que se adhieren estrictamente a su código de ética financiera.

Los esfuerzos por entrar en esta lista se vieron afectados en 2010, cuando las autoridades italianas congelaron temporalmente 23 millones de euros del IOR, alegando que no se había cumplido con las leyes italianas de información sobre estos movimientos. Como respuesta, el Papa Benedicto XVI creó la Autoridad de Información Financiera (AIF), una entidad autónoma que supervisa todas las finanzas vaticanas, incluyendo las operaciones del IOR.

A la espera del nombramiento de un nuevo dirigente, la presidencia será asumida por el vicepresidente del IOR, Ronaldo Hermann Schmitz.

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