El Arzobispo de Santo Domingo y Primado de América Latina, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, pidió a Dios que sane el corazón enfermo del pecado de los dominicanos, durante la Homilía de la Misa que presidió ayer en esta capital.
Ante cientos de fieles, el Purpurado rogó a Dios para que cure a las personas del odio y la animadversión. "Dales salud moral a los que están enfermos como consecuencia del pecado, hay mucha gente que está gravemente enferma de su corazón, aunque su corazón esté físicamente sano, y dales salud a quienes odian", subrayó el Cardenal.
El Purpurado dominicano también pidió por la salud de los que sufren, de los pobres y de aquellas personas doblegadas por enfermedades, para que derrame sobre ellas su gracia divina, su salud y su buena disposición para una mejor vida.