En la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI, continuando con sus catequesis sobre el sacerdocio, explicó que los presbíteros, al ejercer la autoridad y el gobierno en la Iglesia, serán capaces de pastorear el rebaño confiado por Dios en la medida en que vivan "una verdadera y profunda obediencia a Cristo y a la Iglesia".
En la última de las tres catequesis sobre las tareas esenciales del ministerio sacerdotal, el Santo Padre se preguntó "cómo comprender en la cultura contemporánea una dimensión como esta, que implica el concepto de autoridad y tiene su origen en el mandato del Señor de apacentar a sus ovejas".
Benedicto XVI dijo que "los regímenes que en el siglo pasado sembraron el terror y la muerte recuerdan con fuerza que la autoridad en todos los ámbitos, cuando se ejerce sin referencia al Trascendente, prescindiendo de la autoridad suprema, que es Dios mismo, termina inevitablemente por ir contra el hombre. Por eso, es importante reconocer que la autoridad humana no es nunca un fin, sino siempre y sólo un medio y que, necesariamente y en todos los tiempos, el fin es siempre la persona".