No es un cuento de hadas ni el argumento de una película romántica. Miranda Emde hizo una lista con 16 características "no negociables" que aspiraba encontrar en el hombre de su vida y rezó varios días una oración de Santa Ana, patrona de las solteras. Pidió con fervor por ella "y su futuro esposo", quien debía ser un católico practicante.
El primer detalle de la lista de Miranda era este: "Un católico fuerte, que practica su fe, ama su fe, busca crecer y es un verdadero hombre de Dios. Será el líder espiritual en la familia". Lo segundo era que el hombre debía ser "un verdadero caballero".
En 2013, Miranda hizo un viaje de turismo junto a su madre al Vaticano y en la Puerta de Santa Ana conoció a un Guardia Suizo llamado Jonathan Binaghi.